Diez minutos más.

Me estoy rompiendo lentamente en miles de pedazos,trato de disimular y solo observo la vida cambiar. Respiro profundo y me obligo a soportar. By: Ana Carranza.

Astato.

Cuando otra vez te des cuenta de lo que has hecho ya no estaré en el mismo lugar donde siempre solías encontrarme. By: Ana Carranza.

Melolagnia.

Tu costumbre de desvestirme sin tocarme ni siquiera un poco, ni el más mínimo roce de nuestra piel, usando solo mi punto más débil a tu conveniencia. By: Ana Carranza.

Tu nombre.

No sé a quién podré decirle tu nombre, si estás en lo más recóndito de todo lo que es precioso para mí. By: Ana Carranza.

Tu espalda.

Me enloquece tu espalda, es un tipo de fortaleza forjada de roca que puedo atravesar con tan solo un beso. By: Ana Carranza.

Mi paz y tú.

Podría verte dormir el resto de la noche, probablemente no exista otra cosa en el mundo que me de tanta paz. By: Ana Carranza.

No hay retorno.

Reconozco que ya no soy la misma. He dejado atrás cosas que lastiman, he conocido distintos sentimientos y llegado a metas impensables. No hay retorno. By: Ana Carranza.

Siete minutos.

Cambiar el título e incluso la letra de esos siete minutos perfectos.Para no olvidarlos,y que al menos en mí sigan causando ese efecto. By: Ana Carranza.

Mil noches sin fin.

Todo es mejor al atardecer, con un poco más de sentido; cuando la noche nos cobija y dejamos salir nuestra verdad más clandestina. By: Ana Carranza.

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑