Corazón Blindado.

Una noche de calor en mi habitación, por mi ventana entra una brisa fresca y reconfortante que roza mi cara, respiro profundamente.

En el silencio de mi habitación aún puedo oír el ruido del mundo…

Entra de nuevo la brisa que esta vez llegó al corazón, ese que es todo un guerrero. Esta acostumbrado a sufrir, esta acostumbrado a resistir aún las más crueles batallas.

Ahora es un leve dolor ¡vamos mejorando!, antes era un corazón frágil, una herida sangrante. Con el mejor medicamento que es el tiempo, se ha ido acostumbrando a resistir, ya no siente el dolor como tal, sino como una leve espina que poco a poco va saliendo al exterior pues se está volviendo blindado de tantas decepciones, blindado para el odio y para la maldad, pero lleno de amor para quién se lo sepa ganar.

By: Ana Carranza.