Soy de las personas que se emociona totalmente al sembrar una semilla, me encanta sentir esas ansias de que germine ya ya yaaaa…
A inicios de septiembre hice un viaje para donde mi madre, antes de irme sembré unas semillas de tómate. Use unos cascarones de huevo para sembrarlas, me funciono súper bien pues las semillas de tomate son muy pequeñas y los cascarones de huevo las pretegieron.
Al regresar de mi viaje a mediados del mes, me esperaba una sorpresa divina: mis semillas habían germinado. No saben la emoción tan grande la que sentí.
Pasaron los días y fueron creciendo. Cuando tenían 4 hojitas las trasplante a unas macetas improvisadas, coloque dos en cada recipiente para que tuvieran más espacio para sus raíces.
Y no me lo podrán creer pero están enormes, tienen muchas hojas y ramitas, y su tallo esta mucho más fuerte.
Las trasplante al suelo hace unos días para que puedan crecer más rápido y sus raíces puedan expandirse y desarrollarse, y que pronto me den esos tomates que tanto ansío ver en sus ramas.
By: Ana Carranza.
La naturaleza siempre tan sorprendente, tan callada pero ahí está. Me has levantado una sonrisa de entusiasmo al ver lo que conseguiste con esas semillitas.
Un abrazo amiga, gracias por compartirlo
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Gracias a ti por tomarte el tiempo de leerlo. Y si la naturaleza es hermosa, y nos da regalos todos los días. Saludos amiga.
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De nada, ha sido un placer!
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QUE MONASSSS!!!! A mi tambien me gustabsembrar, sientes que esas plantas son como tus hijos (o estoy loca, eso tambien)
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Claro que sí, se siente súper bonito al levantarme y verlas que ahí siguen ¡vivas! Y sí son como mis hijas. Las amooo. Saludos♡
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